sábado, 24 de octubre de 2009

"Puedo escribir sobre sicarios de los bajos fondos o sobre un artista melancólico de clase media, y ambos, en el fondo, van a ser la misma persona:Yo"

Entrevista a César Sánchez

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Por: Willy del Pozo

Tomando como fondo el clásico thriller americano juvenil, César Sánchez desarrolla una historia existencial sobre siete jóvenes que salen de la ciudad a pasar el Año Nuevo en Cieneguilla (Lima); allí aflorarán sus temores y rencores que serán utilizados en contra de ellos por un siniestro habitante del “Campamento Amistad”. Teniendo como influencia la literatura de misterio y las películas de serie B, recoge características típicas del género: leyendas, crímenes sexuales y bosques sombríos, sin perder plena identidad y suspenso propio de principio a fin. César Sánchez Torrealva nació en Lima en 1981. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad San Martín de Porres. Fue co-editor de la revista literaria Marc, el loco. Es autor de la trilogía Lima ilegal que comprende las novelas: Días distintos (2004), Placeres culposos (2007) y Ciudad pánico, de próxima aparición. Campamento Amistad es su más reciente obra con la que se inicia en un género poco explorado localmente. Acaba de publicar su primer libro de poemas, Chacarilla city blues y La burbuja, un libro de relatos. Sobre Campamento Amistad responde en la siguiente entrevista.

Cómo surge la idea de escribir un thriller de suspenso?

Siempre he querido recrear literariamente aquel cine norteamericano donde se mezcla la violencia y el terror con la temática juvenil. La trama me brindaba la excusa ideal para abarcar el periodo confuso que se vive cuando terminas la universidad y tienes que decidir si seguir el camino establecido o buscar rutas propias e inhóspitas sin perder emoción durante el relato.

¿Te parece que puede ser creíble una historia así en nuestro contexto?

Por supuesto, claro que hay varios factores. En primer lugar cuando se escribe ficción se tiene en claro que no se busca dar una visión completamente realista ni objetiva de los hechos sino una perspectiva personal de los mismos. En segundo lugar los crímenes que se suscitan son perpetrados por una persona de carne y hueso, un escritor en este caso, y no por un asesino indestructible y omnipresente. Incluso hay personas que me han llegado a preguntar por qué no hay más muertes.


¿Por qué la decisión de abandonar Lima, ciudad central en tus anteriores obras, como escenario literario?

Porque es normal que uno siempre quiera expandir su universo narrativo. Lamentablemente se desea encasillar a los escritores que abarcamos lo mundano, cotidiano, sórdido y urbano, creyendo que es falta de imaginación o pereza intelectual. Quizá algún día escriba una novela romántica y sería perfectamente comprensible siempre y cuando se mantenga una marca personal.


¿Hablamos de una marca a nivel de estilo o temática?

Ambas ya que en esencia son lo mismo. Mi narrativa suele ser muy visceral pero siempre desde el punto de vista del personaje. Puedo escribir sobre sicarios de los bajos fondos o sobre un artista melancólico de clase media, y en ambos, en el fondo, van a ser la misma persona: yo; sin embargo su lenguaje y las formas de expresarse van a variar y en algunos casos evolucionar. Trato de no ser tan obstinado ni tener un compromiso con la oscuridad.


Marc Van Ritter, el asesino de Campamento Amistad, parece ser muchas cosas, por un lado es un escritor-serial killer y a la vez un perturbado sexual.

Sexual y también social, quizá. Creo un poco en aquella teoría freudiana de que la base de toda neurosis parte del sexo. En la novela se ve que Marc no ha tenido relaciones sexuales, no se habla si es casto o no, simplemente no tiene sexo. Y encima de eso escribe y vive aislado del mundo. Parece más sencillo pero ese panorama puede volver loco a cualquiera.

La novela presenta un lado metaliterario que no expones en tus anteriores trabajos, ¿fue algo que ya deseabas hacer antes?

Ni siquiera cuando ya había empezado la obra. La idea se fue desarrollando subterráneamente y terminó estallando en el papel. Cuando me di cuenta de que el personaje quería apoderarse del control de la novela, no dejé que lo hiciera pero sí que lo intentara, y aquella lucha, creador-personaje se convirtió en un sub-tema importante.


Saliste de Lima, fuiste al campo, ¿cuál será tu próxima parada literaria?

De momento estoy trabajando una novela de corte nostálgico, narrada de una manera más pausada, menos truculenta, teniendo como ambiente un suburbio de clase media pero de una época y lugar no determinados, casi hablamos de un escenario universal, donde la temática radica en el inexorable avance de la modernidad y el desconcierto del crecer. Después, supongo que el río sabrá a dónde llevarme.

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